La luz es una forma de radiación electromagnética que existe dentro de un rango específico de longitudes de onda en el espectro electromagnético. Este espectro abarca una amplia variedad de tipos de radiación, desde rayos gamma con longitudes de onda extremadamente cortas hasta ondas de radio con longitudes de onda muy largas. El espectro de luz visible, que es la parte del espectro que nuestros ojos pueden detectar, varía de aproximadamente 400 a 700 nanómetros (nm).
![Los conceptos básicos de la luz y su interacción con el cuerpo 1]()
Cuando la luz interactúa con el cuerpo, puede tener varios efectos dependiendo de su longitud de onda e intensidad. La luz está compuesta de fotones, que son paquetes de energía. Estos fotones pueden penetrar los tejidos del cuerpo a diferentes profundidades. La luz de longitud de onda más corta, como la luz ultravioleta (UV), tiene mayor energía y puede penetrar las capas externas de la piel. Sin embargo, la exposición excesiva a la luz UV puede ser dañina, ya que puede causar daños al ADN y provocar cáncer de piel y envejecimiento prematuro.
La luz visible, por otro lado, tiene una interacción más beneficiosa con el cuerpo. Cuando la luz visible, incluida la luz roja, ingresa al cuerpo, puede ser absorbida por varias moléculas y estructuras dentro de las células. La absorción de la energía de la luz puede desencadenar una serie de reacciones bioquímicas. Por ejemplo, las moléculas ligeras y sensibles en el ojo, como la rodopsina en las células de la varilla, absorben la luz e inician una cascada de transducción de señal que nos permite ver. En el contexto de la terapia de luz roja, la interacción de la luz roja con las células en otras partes del cuerpo, como la piel y los músculos, también puede tener efectos fisiológicos significativos.
Los tejidos del cuerpo están compuestos de diferentes tipos de células, cada uno con su propio conjunto de moléculas y orgánulos. Cuando la luz golpea estas células, puede ser absorbido por los cromóforos, que son moléculas que absorben la luz a longitudes de onda específicas. En el caso de la terapia de luz roja, el principal cromóforo de interés es la mitocondria dentro de las células. Las mitocondrias a menudo se denominan "potencias" de la célula porque son responsables de producir adenosina trifosfato (ATP), la moneda de energía principal de la célula.