Los paneles de terapia de luz roja utilizan luz roja visible (600-700 nm) para beneficios cutáneos y luz infrarroja cercana (800-880 nm), invisible, para una cicatrización más profunda de los tejidos. Esta combinación estimula la energía celular (ATP) para reducir la inflamación, mejorar la salud de la piel y promover la recuperación muscular.
La terapia con luz roja mejora la salud de la piel, aumenta la energía celular y acelera la curación para lograr una apariencia juvenil y revitalizada y un mejor bienestar general.